De Chiapas a Rojava: más que simples coincidencias

unnamed

La autonomía junta dos revoluciones desde abajo a la izquierda

«“El poder para el pueblo” sólo se puede poner en práctica cuando
el poder ejercido por las élites sociales se disuelve en el pueblo»
(Murray Bookchin, Post-Scarcity Anarchism)

La hasta hace poco la gran desconocida ciudad kurda de Kobane ha conseguido atraer la atención del mundo con su resistencia feroz[1] contra la invasión del Estado Islámico (EI) y convertirse en un símbolo internacional, comparado con la defensa de Madrid y Stalingrado. El coraje y heroísmo de las Unidades de Defensa del Pueblo y las Unidades de Defensa de Mujeres (YPG y YPJ) han sido alabados por un gran abanico de colectivos e individuos: anarquistas, izquierdistas, liberales e incluso personas de derechas han expresado simpatía y admiración por los hombres y las mujeres de Kobane en su batalla histórica contra lo que en general se ha visto como «fascismo» del Estado Islámico. Los medios mainstream se han visto obligados a romper el silencio sobre la autonomía kurda tan pronto como numerosos artículos y noticias se han retransmitido y publicado, a menudo describiendo la «dureza» y determinación de los luchadores kurdos con una cierta dosis de exotización, claro. No obstante, esta atención a menudo ha sido selectiva y parcial: la esencia del proyecto político en Rojava (Kurdistan oeste) se ha dejado de lado y los medios han preferido presentar la resistencia en Kobane como una excepción extraña al supuesto barbarismo de Oriente Medio. No es sorprendente que la estrella roja, brillando en las banderas victoriosas de las YPG/YPJ, no sea un símbolo agradable a los ojos de los poderes occidentales y sus medios. Los cantones autónomos de Rojava representan una solución autóctona a los conflictos de Oriente Medio, abarcando la democracia de base y los derechos étnicos, sociales y de género, y todo esto rechazando no sólo el terror del EI sino también la democracia liberal y la economía capitalista. A pesar de que Occidente ha querido mantener el silencio sobre la cuestión, estos fundamentos ideológicos son la clave para entender el espíritu que ha escrito la epopeia de Kobane y ha fascinado al mundo, como ha explicado recientemente la activista y académica kurda Dilar Dirik[2].

Pincha aquí para seguir leyendo

Esta entrada fue publicada en Acción Social, Internacional. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *